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A mis compañeros de “parvularios” Vállelos, pues yo tengo 92 años y todavía sigo en el parvulario. Animo no me falta y eso os quiero transmitir a vosotros. Empiezo por deciros que soy muy aficionada al ordenador en el que dibujo y pinto y eso me hace pasar días muy distraídos y enterarme de lo que todavía me interesa del mundo, pues con mis letras os quiero dar mucho ánimo y voluntad que ayuda a hacernos más llevadero el cambio hasta el final.
Aquí una muestra de los dibujos que se me ocurren puesto que no se copiar pero hago ejercicio mental y eso me ayuda a vivir con ilusión. Como siempre voy con el ordenador este verano me he pasado las vacaciones en Vállelos de Alicante playa mes y medio, después otro mes y medio en Vállelos Altor real de Murcia, que es donde ahora vivo. Con estas letras y dibujos va un abrazo para todos y una dosis de mucho ánimo y un abrazo fuerte.
Como anécdota puedo contaros que al volver a la Residencia de Altor real de Murcia donde estuve cuatro años y me trataron tan familiarmente y tan bien que he vuelto este verano. Alli hace cuatro años hice amistad con un taxista muy amable, humano y simpático que, como ya necesito ayuda, me regalo un bastón muy original, bonito y bueno. Y este verano yo ya no recordaba su nombre pro como la parada de taxi esta en Molina de Segura muy cerca de la residencia, hice todo lo posible para localizarlo y fue tanta la alegría que le dio volverme a ver que aparte de hacerme algunos servicios me regalo otro bastón aun más bonito ´por la talla que lleva que es una obra de arte. Y es tanto lo que le agradezco los dos detalles que a mi familia le dejo dicho que cuando yo falte que se los entreguen a él y así disfrutaremos del regalo tan bonito los dos.
Encarnita Martínez Guillamón
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D° M° Victoria Villegas
Estoy escribiendo delante del ventanal de mi apartamento, contemplando la ría que se ve a través de las ramas de unos frondosos árboles que bordean el paseo, y hace cinco años que estaba en el mismo sitio, admiraba de tener ante mis ojos un paisaje tan encantador. Acababa de llegar a la residencia Ballesol de Coruña, iniciaba una nueva etapa de mi vida, muy distinta a todo lo anterior y la ría, los arboles, el sol que entraba por la ventana envolviéndome en su luz, me daban la bienvenida. La luz fue una de las primeras cosas que me encanto de esta residencia, tanto sus habitaciones, como sus salones, pasillos… toda ella está inundada de luz, de claridad. Y las personas mayores la necesitamos, necesitamos que penetre en nosotros para infundirnos optimismo y ganas de vivir.
Más tarde comprobé que todo su personal emanaba esa misma luz, y cuando digo todo me refiero a todos, sin exceptuar a nadie.
Antes de venir, alguna amiga intento desanimarme; que el ambiente era deprimente, que los residentes vienen en el último momento, cuando ya no pueden mas, y esto último es verdad, lo reconozco, pero sin embargo en lo del ambiente discrepo. Una de las escenas que me encontré al llegar fue a un matrimonio, que tenían alrededor de 90 años, en un salón cogidos de la mano, ella presumida, coqueta, mimosa y él ejerciendo de caballero protector, los dos con una expresión sonriente y muy entrañable. Ellos mismos me comentaron que se habían conocido cuando tenían 16 años y que desde entonces estaban así.
En ese mismo salón pude ver a otras señoras y señores formando grupos de lo más animado en los que participaban los hijos y amigos que vienen de visita, el resultado de esta mezcla de jóvenes y mayores no puede ser mejor, tanto para unos como para otros. Su buen humor era y sigue siendo contagioso.
En verdad que alguna zona es más gris, mas depresiva, anqué suele estar acompañada de auxiliares que hacen todo lo posible para que esto no sea así.
Después de 5 años de estar aquí. De hacer balance de los pros y los contras de la residencia, compruebo que los pros superan con mucho. Todo ello también gracias a médicos, fisioterapeutas, gimnasia, actividades, etc. etc.
Algo que encontré, que no había valorado, fue tiempo, tiempo para rellenar con cosas que siempre había querido hacer.
Y aprendí que relacionándome con gente positiva, rodeándome de las cosas que me gustan, desarrollando mis hobbies, al llegar a mi cuarto al final del día puedo decir: ¡Estoy en casa!.
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Gobernador viejo Valencia
¡Gracias por las atenciones recibidas! Sra. Fina Miguez Es un placer saludarla. La intención no es otra que darle, una vez más, las gracias por las atenciones recibidas durante mi estancia en la Residencia que usted dirige. Absolutamente todo el personal, todos sin excepción, fueron abrumadamente amables y siempre dispuestos a que nuestra estancia fuera agradable, como en realidad lo fue, no era posible de otra manera, gracias a todos los que conforman el personal ¡Los aprisiono a todos en mis recuerdos más amables, incluyendo a los residentes! Le ruego que transmita a todos mi cariñoso recuerdo y efusivos saludos.
¡Huelga decir mucho éxito y bienestar!
Marta Cantavella
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Ballesol Francisco De Rojas
Chamberí Francisco De Rojas residencia de mayores cuidan a las personas con agrado y mil amores.
La vida hay que vivirla, solo en casa o Ballesol, yo prefiero lo segundo, porque me encuentro mejor.
Hasta ahora estoy contento y espero que vaya a más, siempre generalizando por el bien de los demás.
Cristiano y ortodoxo, de Atlético o de Real Madrid, de la vida lo más hermoso, es salud y saber vivir.
Dinero, oro y poder, tres cosas sin mucha luz pues son bines terrenales que se quedan en la tierra, yo prefiero la salud.
El corazón personal puede y tiene ser como el hogar del moro, viejo por fuera, por dentro de oro.
Una cosa inolvidable es una puesta de sol con respeto y afecto os digo un hasta siempre, desde aquí en Ballesol.
Antonio Del Barrio
85 años -
Ballesol Francisco De Rojas
Chamberí Francisco De Rojas residencia de mayores cuidan a las personas con agrado y mil amores.
La vida hay que vivirla, solo en casa o Ballesol, yo prefiero lo segundo, porque me encuentro mejor.
Hasta ahora estoy contento y espero que vaya a más, siempre generalizando por el bien de los demás.
Cristiano y ortodoxo, de Atlético o de Real Madrid, de la vida lo más hermoso, es salud y saber vivir.
Dinero, oro y poder, tres cosas sin mucha luz pues son bines terrenales que se quedan en la tierra, yo prefiero la salud.
El corazón personal puede y tiene ser como el hogar del moro, viejo por fuera, por dentro de oro.
Una cosa inolvidable es una puesta de sol con respeto y afecto os digo un hasta siempre, desde aquí en Ballesol.
Antonio Del Barrio
85 años
Testimonios